viernes, 6 de julio de 2012

El Viejo Arte de la Rayuela


La rayuela es un deporte que se practica activamente, en especial entre adultos y adultos mayores. Con una tradición que se remonta al campo, llegó hasta las ciudades de mano de las migraciones del siglo pasado.


En nuestra comuna, en la esquina de Antonio Machado con Avenida La Bandera, encontramos   la sede del “Club de Rayuela Unión San Francisco”.

Éste fue fundado el 9 de agosto del  2002  y  ocupa  un  espacio que aún están tramitando en comodato ante la municipalidad de La Pintana, con el fin de regularizar su uso.

Los integrantes del club viven en poblaciones cercanas, como la villa San Francisco II, la población Diego de Almagro  y San Francisco IV, entre otras, y cuenta   con   aproximadamente 60 miembros activos que cada sábado participan en diferentes actividades  y  torneos  que  no sólo se realizan en su sede, sino también en otras sedes de clubes de rayuela del sector sur de Santiago, como en la población Santo Tomas o San Ricardo de La Pintana, o  en la comuna de El Bosque o en La Granja.

El presidente del club, don Sergio  Arriagada,  nos  cuenta que en sus inicios ocupaban un terreno que era un sitio donde se iba a levantar la sede de la junta de vecinos del sector.

En precarias condiciones y en una cancha muy sencilla se juntaban varios vecinos a practicar y cuando  se  dieron cuenta que eran   capaces   de   organizarse, se pusieron de acuerdo para crear una infraestructura más adecuada en donde pudiesen fabricar una cancha de nivel profesional,  disponer de cocina, servicios higiénicos, un comedor y, lo que para ellos es importante, convocar e integrar a más vecinos en una actividad de recreación sana que les permitiese   ocupar   el   tiempo libre de forma entretenida y saludable.

Actualmente el club está participando de un campeonato a  nivel  zonal  y  don  Sergio nos   cuenta   también   que   no sólo se juega rayuela, sino también brisca  y,  de  vez  en cuando, dominó. De esta forma se logra crear un espacio de entretención para las personas adultas. Don Sergio invita a toda persona  que  quiera  participar de las actividades del club a acercarse con confianza a este espacio, en especial los fines de semana, cuando se desarrollan periódicamente sus actividades.



PINTANA (V) - 2011

BLOQUE LITERARIO: Rubén Oyarzún Bravo



Maquinaria homicida

"La naturaleza mojas mis ojos limpia mi alma
Los árboles acarician mi alma de día de noche
Bajo las horas más oscuras

Hemos erosionado nuestras praderas y bosques
nuestras vidas y de la madre tierra

Una maquinaria, un progreso homicida
Ríos, calaveras, mares muertos hambre y solo nuestra sangre correo por las cuencas vacías de mi amada tierra.

¿Dónde van los espíritus, donde están danzando por la lluvia?
¿Dónde van nuestras almas cuando la lluvia ácida las riega?

Con química asesina donde va nuestra tierra llena de campos de batalla
hambre y sangre, son cadenas eternas del oro negro
que domina la mente de humanoides en descontrol

Somos solo zombies sin nuestra
amada tierra
Sola, desolada, violada”


Látigos Milenarios

Hemos nacido muchas veces nuestro ocaso nos ha perturbado el alma
nuestro amor ha fortificado los
muros del lamento religioso

Las bombas de muerte mutilado y carcomido
las raíces del respeto humano

Son balas de carne refrigeradas
son pueblos carbonizados son legiones de familias cercenadas
campos de bosques de vida nativos
prisioneros del tentáculo industrial del hombre
son lagos convertidos en nichos para peces
son sus redes que el artesano deja bajo la mesa
y sin su recompensa honesta
son los látigos milenarios yugos que oprimen pueblos
por el poder mismo que los va hacer sucumbir
son mapas vivenciales del hombre
y un tiempo perdido

Sin amor perdidos estamos vagabundos de nuestro centro no estamos en nuestra alma.

PINTANA (V) - 2011




Rubén Alejandro Oyarzún Bravo nació en 1972 y vive hace 2 decadas en la Población San Ricardo. Participó en talleres formativos, tanto de música como de literatura, en Balmaceda 1215 y realizó talleres literarios en la Población El Castillo. Como músico se desarrolló como letrista y cantante de la banda “Aborigen”, donde se incorpora desde 1995. Hoy se encuentran realizando distintos proyectos musicales y relacionados con las letras.

Christiano: “El dibujo tiene que tomarse la pobla”

Christiano es un reconocido dibujante y humorista gráfico con más de 20 años de trayectoria. Sus viñetas han sido publicadas en medios conocidos y subterráneos de Chile y Latinoamérica. Relacionado con La Pintana hace años, se hizo un tiempo para hablarnos de su trabajo, la lucha social y la población.

Christiano se inició como dibujante sumergiéndose en el cómic chileno de los años 70. En la década siguiente, decide dedicarse al dibujo por entero. Ya en los 90 adquirió un discurso gráfico particular, colocándose como un testigo privilegiado de la historia nacional vista desde el cómic, con personajes como el Pato Lliro.

Sus particulares observaciones sobre   la   coyuntura   política, la reivindicación social y la población, su crítica hacia la sociedad  chilena  capitalista  y sus  marcadas desigualdades, reivindican la marginalidad “simplemente   como   lo   que nos tocó vivir”. La política contingente, el rescate del barrio y una fuerte crítica social son su sello.

Hoy trabaja en la autogestión editorial, con un colectivo de dibujantes gráficos en un proyecto llamado Wirin Editor, con el que publican “La momia roja”, que circula inserto en el periódico  El  Ciudadano.  Pero los comiqueros saben que no la tienen fácil: Hace poco tuvo un conflicto con The Clinic por la publicación  de  trabajos  suyos sin autorización y sin recibir la remuneración correspondiente. Además, también se dedica a labores docentes en centros educativos formales e informales.

Nos  reunimos  con  Christiano en la plaza de General Franco con San Manuel, en nuestra comuna.

-¿Cuál es tu relación con La Pintana?

-Tengo un vínculo afectivo muy importante, porque mi madre vive  acá  hace  unos  10  o  15 años. Así que conozco el barrio y  tengo  muchos  amigos  del “ala rockera” de la comuna. Mi relación es netamente afectiva, así como de primera línea.

-Respecto a los movimientos sociales que hoy ocurren en Chile, ¿Qué opinión tienes?

-Lo   que   yo   veo   es   que   el ‘cabrerío’ está haciendo lo que nuestra generación no hizo, lo que yo me venía cuestionando desde la vuelta de la “democracia”. Esa corrección política  frente  a  las  cosas,  de no ir más allá, de no cambiar la Constitución y de la cuestión doméstica, de no hacer críticas, porque si eres crítico no eres una persona que está aportando, sino ‘un chaquetero’. Ese discurso lastimero fue establecido por la Concertación en los 90, y les resultó, pero ahora la decepción es muy grande.

-¿Qué te parece la criminalización generalizada que se hace de los “violentistas” en las marchas?

Ahora cuando dicen “los violentistas”, “los delincuentes”, no hay ni una reflexión detrás esa   afirmación.  La   violencia es toda la mentira social que estamos  viviendo,  lo  violento es que a mi vieja la AFP le haya robado 20 años de trabajo y no le respondan; que la gente pueda ir al hospital sin tener que gastarse todo el sueldo. Violento es el padre que tiene que endeudarse y  pagar  la  mitad  del  sueldo para que su hijo estudie, eso es violencia.

-¿Y la violencia de los Carabineros?

-Es  que  no  puedes  ver  a  un paco como a tu enemigo. No porque es un pobre disfrazado de paco (pobre igual que tú), pero  es  un  descorchado.  Los enemigos son sus jefes, aunque, claro, el paco es un adversario cuando lo tienes al frente.

-No   podemos   dejar   fuera   a estos cabros dentro de un gran movimiento social que  no tiene líderes. Porque es lógica su violencia cuando hay un estallido social. Pero no sólo ahí: Hay violencia en los estadios, en el rock, en donde sea; hay una cuestión  de disconformidad, de decepción, entonces es lógico que haya gente que pueda proceder violentamente. Pero hay mucha más violencia ambiente/social y del Estado, que la ejercida por nosotros que somos hijos de vecinos.

-¿Qué opinas de las actividades de autogestión en la población?

-Me parece fantástico y siempre lo he apoyado. Creo que ahora es el momento en que todos los que estén involucrados: Tu, tus amigos, toda la gente, tiene que empezar a difundir cada una de las instancias.

-Desde tu oficio de dibujante, ¿Qué le dirías a la población?

-A la  población  le  faltan  más dibujos en las paredes, más murales. Y hablo del dibujo como poder, como convicción, ¡El dibujo tiene que tomarse la pobla!, que todos los que dibujan salgan a la calle, inviten a los cabros chicos, llenar este lugar de   bibliotecas.   La   biblioteca es  una  puerta,  es  un  portal hacia un mundo maravilloso. Todos los que nos salvamos de quedar muy jalados o drogados con weás, lo logramos con los libros, la literatura, la historia, la geografía, eso fue el salvavidas.



PINTANA (V) - 2011



Antumapu: Cuando los universitarios salen a la calle

Diariamente llegan a La Pintana cientos de jóvenes provenientes de otras comunas que vienen a educarse en el campus Antumapu de la Universidad de Chile. Muchos de ellos, aunque  pasan la mayor parte del tiempo en nuestra comarca, no conocen el sector más allá de los límites universitarios.

Pintana V conversó con Rocío, Leslie, André y José, estudiantes de Medicina Veterinaria, que a propósito de las movilizaciones estudiantiles han intensificado su vínculo con la comunidad.

“La idea de relacionarnos con la población siempre estuvo y las actuales movilizaciones nos han dado el impulso para concretar las intenciones. Se ha fortalecido un nuevo compromiso con La Pintana” señala José Caro (5º año).

Rocío   (2º   año)   cuenta   que “todo partió porque la lucha estudiantil empezó a abrirse a otros  sectores  de  la  sociedad, y  ahora  se  comprende  que  es un conflicto transversal que involucra familias, trabajadores, niños y jóvenes”.

Estos estudiantes son conscientes de que en la Pintana existen  grandes  problemáticas y necesidades sociales  y culturales. Leslie Vallejos (2º año), reconoce que en esta comuna ha conocido a mucha gente jugada por revertir esta situación “y eso es una gran motivación para trabajar con los pintaninos”.

Sin duda, esta convicción es sumamente valorable, dentro de una sociedad   que se  mueve  principalmente  por las  ganancias  económicas  que se puedan obtener, pero no debemos quedarnos sólo en el asistencialismo que pueda provenir de las instituciones o de las personas más conscientes.

“Uno de los grandes problemas que nosotros podemos ver es que la gente de la Pintana no llega a estudiar a esta universidad y eso es porque el modelo educacional actual no lo permite”, explica José, quien agrega que al ser esta una comuna de pocos recursos ( ¿o mal administrados?) la educación que depende de la Municipalidad es también muy precaria,   por   lo   tanto   desde que  son  niños,  los  estudiantes se encuentran en un nivel académico inferior que no les permite optar a carreras que exigen   altos   puntajes   en   la PSU, es decir, que a la hora de competir por los cupos en las universidades “públicas” están en una desventaja tremenda”.

“Para nosotros es una clara muestra del fracaso del sistema, pero también puede ser visto como el éxito del sistema neoliberal   ya   que   finalmente se creó y se ha mantenido para que esto suceda, esta diseñado para   la   segregación   de   las clases sociales” concluye André Vielma (5º año).

Este es un problema de forma y de fondo en la estructura educacional chilena, ya que como comenta André, “además de que el sistema está basado y reproduce la desigualdad social, resulta que nos educan para continuar el modelo, o sea, no es casualidad que en la Facultad de     Ciencias         Forestales     y Conservación de la Naturaleza, haya un enorme Pabellón de la Celulosa Arauco Constitución, que es la empresa que más ha destrozado  los  bosques  en  el sur de Chile y en territorios mapuche”.

Este  ejemplo  de  contradicción en la Universidad de Chile es una  clara  muestra  de  lo  que han hecho los gobernantes con la  educación  de  nuestro  país, y es también por lo que los estudiantes han decidido tomar la batuta. Para que un día no muy  lejano,  jóvenes  como  los de la Pintana puedan educarse en estos magníficos campus emplazados en sus comunas e ingresar a una universidad que hoy no es ni la sombra de lo que fue: Estatal, gratuita y de calidad incuestionable.




PINTANA (V) - 2011

La historia de Santo Tomás es mi historia

Desde inicios de los 80 hasta comienzos de la década siguiente, la comuna de La Pintana se amplió con la creación de 3 sectores: El Castillo, El Roble y Santo Tomás. En 1987 empezó a conformarse este último.

De  acuerdo  a  lo  narrado  por un grupo de vecinos, la gente empezó a llegar ese año a los sectores 4 y 5 de Santo Tomás, entre las calle del mismo nombre, Sofía Eastman, Aníbal Huneeus y Gabriela Figueroa. Anteriormente se ocuparon las casas de los sectores 6 y 7, ubicadas al oriente de Gabriela Figueroa. Entre Santa Rosa y Sofía Eastman, por su parte, se estaban recién construyendo las casas de la que sería llamada Villa Santo Tomás.

Cuando llegaron a la población sólo estaba la plaza y mucha tierra, la barraca, y un teléfono público alejado –“había que ir a llamar a la bomba de bencina del 28 de Santa Rosa y se hacia la tremenda fila”, recuerda la  señora  Juana,  una  antigua vecina.

“Las   parcelas   estaban   llenas de árboles, la gente iba a sacar almendras. No se podía entrar porque  era  del  Huneeus,  pero los cabros entraban escondidos. En esos tiempo él era Alcalde de acá…”, relata.

Aunque al principio los vecinos sintieron la lejanía con el resto de Santiago  y la  falta  de  servicios  básicos, así como lo extremadamente reducido de sus nuevos hogares, igual aprendieron a querer la población.

“Me  vino  a  dejar  un  camión y   mis   cosas   no   me   cabían por la puerta (…) Yo no me hallaba aquí porque la casa era demasiado chica. Tuve como un mes mis cosas amontonadas, me sentaba afuera y lloraba. No me gustaba porque era muy chico y era muy lejos.   Después me acostumbré, cuando empezaron a llegar los vecinos del pasaje Jorge Huneeus y Sofia Eastman”, recuerda la vecina.

También   se   refieren   a   una toma de terrenos en la Villa Santo Tomás,  “a los que convidábamos agua caliente para que cocinaran”, que, sin embargo, fue desalojada al poco tiempo.

Como el contacto con el municipio era nulo, se vieron obligados a suplir los servicios de forma autónoma. Tuvieron que encontrar un colegio, sin contar con ninguna información de las autoridades comunales.

A esto se sumaba el deficiente servicio de transporte: “Había una  micro  nomás,  la  Ovalle Negrete, que hacia un recorrido súper largo”, comenta la señora Juana.

Hoy, los vecinos coinciden en que hubo un cambio importante en la población, relacionado con cierta pérdida de la solidaridad y organización, y que explican por varios motivos: La emigración de vecinos  fundadores, cambios generacionales y el individualismo que genera la obsesiva obtención de bienes materiales.

“Antes éramos más unidos. Pa’ la navidad o cualquier fiesta nos juntábamos  y  nos  turnábamos en las casas pa’ tomar once (…) Pero nos fuimos separando, yo creo que porque la gente fue arreglando su casa, teniendo cosas y enclaustrándose en sí mismos”, reflexiona la señora Juana.

Sin embargo, los momentos de solidaridad fueron esenciales: “Acá pa’l fondo había gente pobre,  pasado  Edwards  Bello, y nos organizábamos pa’ darles leche  y  comida  a  veces  (…) En esa época hacíamos tocatas, cantábamos aquí en la noches, salíamos a las protestas, después hicimos una fiesta cuando ganó el NO”, continúa.

También auto-convocaron voluntarios para una compañía de bomberos, “que ahora es la tremenda compañía”, dice. Sin   embargo,   reconocen que el  abandono municipal se mantiene.  “Aparecen  sólo  pa’ las elecciones”, señala don Juan, otro vecino.

Estas mismas  dificultades han generado un sentido de pertenencia al sector.  “Yo amo la comuna, me enamoré de La Pintana. En algún minuto me dieron   ganas   de   irme   igual, pero a mi me gusta porque es tranquilo. Aquí crecieron mis ojos, aquí construí mi casa”, comenta la señora Luz.

La  realidad  hoy  ha  cambiado en algunos  aspectos,  pero la   conciencia que sólo la organización vecinal dará frutos se  mantiene:   “Santo   Tomás es una isla, pero se puede cambiar con educación, centros culturales, juntas de vecinos en coordinación éstos, clubes deportivos. Nosotros debemos aportar con luchar para que esto ocurra tanto en la población como en la municipalidad. Eso nomás”, concluye don Juan.




PINTANA (V) - 2011

Federación Nacional de Pobladores: Construyendo una vida digna.

Nacida de la confluencia de deudores habitacionales, allegados y damnificados del terremoto, la Federación Nacional de Pobladores (Fenapo) es un nuevo actor social que, producto de su propia maduración política, hoy propone a las autoridades una salida democrática y participativa ante un ineficiente modelo subsidiario de vivienda.


La Fenapo recibió su primer impulso de un puñado de organizaciones que unieron las demandas de deudores y   allegados. Sin  embargo, fijan como  su  inicio  oficial el terremoto del 27 de febrero, ya que ahí realizaron las primeras intervenciones territoriales junto a los damnificados.

En noviembre de 2010 el Gobierno intentó aumentar el ahorro  previo  de  las  familias, de 240 mil a más de un millón de pesos (50 UF); reducir el subsidio para comprar terrenos, de 200 UF a 50 UF; y reducir el subsidio de ampliación de 111 a 50 UF, lo que, a juicio de los pobladores,  iba  a  significar la expulsión hacia la periferia de las familias que no pudiesen ahorrar.

“Así que nos conocimos en las calles, manifestándonos, porque entendemos que las leyes no garantizan el derecho a un suelo o a un techo”, explica Rafael Soto, dirigente de la agrupación de allegados Don Bosco, de La Florida.

“No tenemos nada contra la periferia, siempre y cuando estén las   condiciones   para   recibir a  los  nuevos  habitantes,  que haya trabajo cerca, locomoción, hospitales, etc. Y eso hoy no está”, afirma Alexis Parada, del movimiento Pueblo Sin Techo.

Tras las movilizaciones, desde enero de este año entablaron una mesa de trabajo con el Ministerio de Vivienda, en la que lograron detener las reformas que no les beneficiaban y establecer su petitorio.

Para  el  caso  de  los  deudores: Fin inmediato al mandato que obliga a firmar una autorización para   que   el   Minvu   revise los datos personales de las familias;  su  incorporación  en las soluciones de todos los decretos de viviendas sociales; la condonación total para las familias más vulnerables y la inclusión  en  los  subsidios  de las que no se consideren en esta condición; y la condonación a los damnificados del terremoto, ya que algunos siguen pagando dividendos por hogares inhabitables.

En el caso de los allegados, exigieron  un  banco  de  suelos -ya  que  hoy  sólo  se  compran tras   aprobarse   los   proyectos en un proceso muy largo-; diálogo directo y permanente con el Ministerio, para elaborar e implementar políticas participativas; un decreto de vivienda autogestionado, que permita a los propios pobladores adquirir los terrenos, gestionar los proyectos y ejecutar las obras. Y en este marco, llevarlo a la práctica con un proyecto piloto en La Pintana.

Construir más y mejor

Aunque ya había experiencias autogestionarias con pobladores de   Peñalolén   y   La   Pintana, la  instalación  de  este  decreto de   vivienda   popular,   busca ser una alternativa duradera, “que ponga en manos de los pobladores la construcción y administración  de  los  recursos de las viviendas y de   esta forma excluir a las empresas constructoras”, impulsando la construcción de viviendas más amplias y de mejor calidad, “y de esta forma que, lo que va al bolsillo del empresariado”, vaya en beneficio de los pobladores, explica Parada.

“El logro es muy importante, porque se subvierte desde dentro el modelo habitacional, que está en crisis, y no contempla la participación de los pobladores en  el  diseño  de  los  espacio donde van a vivir”, explica Claudio Pulgar,  coordinador del Consultorio Fau de la U de Chile, que asesoró el proyecto.

Además destaca  que lo importante, más allá de exigir, es que se proponen soluciones que   integran   las   necesidades de los pobladores, potenciando su  auto-educación  y  el  cruce de   conocimientos  con  los profesionales.

El proyecto distribuye 64 cupos emplazados  en  un  terreno  de 5300 metros cuadrados, donde se   construirán   departamentos o duplex de 60 metros cuadrados   para   cada   familia y   donde   se   contempla   un entorno de áreas verdes. Éste ingresará   formalmente   en   el mes de Octubre y se espera su aprobación definitiva.

Por otro lado, bajo el principio de ‘ayuda mutua’, se busca ahorrar, administrando directamente los fondos, y construyendo a través de un mecanismo de horas de trabajo de los vecinos, para así reinvertir los recursos en las propias viviendas.

Descentralización

Uno de los últimos logros es haber   conseguido   un   terreno para cien familias en Llico, devastada localidad de la Octava Región, uno de los primeros terrenos que se van a expropiar para   viviendas   sociales.  Así, bajo objetivos y una bandera común cada territorio ha luchado por las necesidades que lo aquejan directamente.

“El poblador hoy ya no está entre cuatro paredes, empezó a soltarse y a transformarse en un sujeto político”, señala Soto “Nos parece natural que la gente quiera irse de la población, porque quiere entregar algo mejor a sus hijos. Por eso nuestra  batalla  no  es  sólo  por la casa, lo fundamental es la construcción de barrio, donde todos  nos  sintamos  parte  de él. Es una lucha para combatir el desarraigo”, concluye el miembro de los Sin Techo.


PINTANA (V) - 2011